Material extractado del sitio http://www.uprm.edu/socialsciences/mnunez/temas.htm con autorización de sus autores para el curso de Intel.
Derechos de Autor y la Internet:
La facilidad con la cual la información contenida en la Red puede ser accedida y manipulada (al copiar, editar, imprimir y/o enviarla a otras personas a través de correo electrónico, entre otras formas) no implica que quien la obtiene pueda apropiarse de ésta y utilizarla sin restricción alguna. Existen varios estatutos y disposiciones que regulan el uso de la información que se obtiene en la Internet. Particularmente, es preciso señalar que los derechos de autor (el llamado copyright) quedan protegidos en las publicaciones electrónicas o en línea, de igual forma que están protegidos los libros, revistas o cualquier otro material impreso.
¿Qué es el copyright?
El copyright o derecho de autor es un componente de lo que se conoce como propiedad intelectual. La propiedad intelectual se divide en cuatro vertientes: derechos de autor (copyright); marcas de fábrica (trademarks); secretos del negocio (trade secrets); y patentes. Para efectos de este capítulo nos concentraremos en derechos de autor.
Para que un trabajo quede protegido por copyright debe cumplir con tres requisitos básicos: debe ser un trabajo original, no debe ser copiado o derivado de otro trabajo; debe ser algo creativo; y debe plasmarse en algún medio (papel, audio, video, CD-ROM, etc.). Debido a que la información y las gráficas e imágenes publicadas en la Internet están plasmadas en un medio (en este caso el ciberespacio) que puede ser accedido, si se trata de un trabajo original creado por alguna persona, disfruta de derecho de autor desde el momento en que lo publica o incluye en la Red.
Una de las mayores falacias en torno al derecho de autor es que es necesario que el autor registre su trabajo con la agencia gubernamental pertinente (el U.S. Copyright Office en EU, y el Departamento de Estado en Puerto Rico) para poder tener el copyright de su obra. Esto no es cierto. Aunque es conveniente registrar la obra, no es necesario registrarla para tener el derecho de autor sobre la misma. Desde 1989 no se requiere el registro, ni el símbolo (©), ni un aviso (ej.: “Todos los derechos reservados”) en torno a que está registrado para poder disfrutar del derecho.
Una vez un trabajo cumple con estos tres requisitos básicos (original, creado, y plasmado o fijado en un medio) anteriormente descritos, el dueño tiene derecho a reservarse los siguientes derechos exclusivos: 1) el derecho a reproducir el trabajo o hacer copias del mismo; 2) derecho a distribuir el trabajo al público; 3) el derecho a modificar la obra y/o a hacer obras derivadas de ésta; 4) derecho a ejecutar la pieza u obra ante un público (por ejemplo, cantarla si es una canción, o recitarla si es una poesía); y 5) derecho a exhibirla (por ejemplo, un cuadro, un dibujo, una escultura, o un escrito). Si haces una de estas cinco cosas con una obra protegida por copyright sin el permiso de su autor, estás violando los derechos de autor.
¿Significa esto que no puedes utilizar en forma alguna la información obtenida de material protegido por derechos de autor?
El que los escritos que leas y te interese utilizar para desarrollar tus investigaciones y redactar tus propios artículos estén protegidos por derechos de autor no implica que no puedas usar la información contenida en los mismos. El copyright protege únicamente la expresión de una idea, de un concepto o de un hecho, pero no se puede reservar derecho de autor sobre la idea, concepto u hecho per se.
Es por esto que puedes utilizar datos obtenidos de un estudio publicado, o datos contenidos en una enciclopedia o cualquier otra fuente similar. Aunque el artículo o la enciclopedia en cuestión estén protegidos por derechos de autor, la protección se limita a la forma en que están expresadas las ideas o los datos contenidos en los mismos pero la idea, concepto o dato como tal, no queda protegida. Por ejemplo, al redactar un ensayo en torno a tus reflexiones sobre la obra de determinado autor o científico, puedes incluir datos relativos a su nacionalidad, fecha de nacimiento, o mencionar y discutir las teorías generadas por el autor en cuestión, a pesar de que hayas obtenido estos datos mediante la lectura de material (artículos, libros, revistas, o enciclopedias, ya sean impresas o se encuentren publicadas en la Internet) que se encuentre protegido por copyright. Esto es así porque el copyright no abarca esos datos sino la forma en que están expresados. Claro está, siempre debes fundamentar con las citas o referencias pertinentes a las fuentes que leíste para poder redactar tu escrito; y nunca debes copiar literalmente y sin citar el texto de estas fuentes como si se tratase de tus propias palabras.
Esto nos lleva a otra actividad permitida con respecto a material protegido por derechos de autor: el citar porciones del texto protegido. Puedes citar literal y directamente de un texto siempre que incluyas información en torno a dónde obtuviste la información e indiques quién es su autor. Para conocer la manera correcta de citar fuentes de la Internet, puedes dirigirte a la sección de referencias en este capítulo.
La facultad de citar textos protegidos por derechos de autor sin permiso expreso del autor es posible gracias a la doctrina del uso justo o de buena fe, conocido como fair use. La mayoría de los estatutos o leyes que gobiernan los derechos de autor contienen disposiciones que permiten al público copiar y utilizar porciones de documentos (protegidos por estas leyes) para uso personal a corto plazo. Esta facultad se conoce como el fair use o utilización justa y de buena fe de la información. El fair use te permite hacer copias de porciones de una obra para fines críticos, investigativos, noticiosos, y educativos, entre otros. El propósito de esta doctrina es evitar que las leyes de propiedad intelectual inhiban la creatividad que se intenta proteger con las mismas. La doctrina del uso justo es muy útil para escritores, críticos y académicos.
Aunque la ley no es taxativa en torno a qué constituye un fair use, sí provee directrices para determinar qué constituye fair use. En términos generales, un uso tiene mayores probabilidades de considerarse fair si: 1) es para fines educativos; 2) la persona que lo utiliza no lucra al hacerlo; y 3) el producto final no compite con el trabajo original utilizado.
¿Están todas las obras originales protegidas por copyright y de forma eterna?
No toda obra original, creada por un autor y plasmada en un medio, goza eternamente de derechos de copyright. Las obras pierden su copyright por el paso del tiempo, y por la renuncia del autor a tales derechos. Todo lo que no esté protegido por copyright pertenece al dominio público. El hecho de que una obra pertenezca al dominio público implica que cualquier persona puede fotocopiarlo y distribuirlo sin restricción alguna; y puede incluso cobrar por las copias si encuentran personas dispuestas a pagarlas.
Para trabajos creados después de enero de 1978, la protección de derechos de autor perdura durante toda la vida del autor, y hasta 70 años después de su muerte. Para trabajos creados antes de 1978, el copyright le cubrirá sólo hasta 95 años a partir de la fecha en que se haya registrado. Además, desde 1994, la mayoría de las obras creadas antes del año 1922 son de dominio público.
Como mencionamos anteriormente, un autor puede renunciar voluntariamente a sus derechos de autor y poner su obra bajo el dominio público. Esto no ocurre automáticamente al publicar una obra; al contrario, para que ocurra, el autor debe expresar por escrito e inequívocamente que esa es su intención. Por ello, no puedes asumir que por el mero hecho de que algo esté publicado en Internet, sin referencia alguna a derechos de autor, ello implique que es material de dominio público. Como hemos indicado, y según profundizaremos a continuación, todo trabajo o escrito original publicado en la Red (esto incluye incluso mensajes enviados a un foro de discusión) está protegido por derechos de autor, aunque la página no indique nada al respecto.
Términos y condiciones de uso de páginas Web:
Varios documentos disponibles en la Internet incluyen algún tipo de nota o aclaración en torno a cómo puede ser utilizada esa información. Por ejemplo, varias páginas en Internet señalan que la información contenida en éstas queda protegida por derechos de autor y que están autorizando al público a utilizarla y copiarla para uso personal y para fines educativos, aclarando que se prohíbe la venta de la misma, o el que se utilice para fines comerciales de cualquier tipo. Algunas permiten al usuario incluir o publicar en su propia página las imágenes o información obtenida, siempre y cuando se le dé crédito al autor original y se incluya una referencia y/o un enlace a la página en la cual se obtuvo la misma.
No obstante, las páginas que no contengan disposición alguna respecto al copyright también están protegidas por las leyes federales de derechos de autor, así como por la Convención Berne y por el International Copyright Act. Por ello, los usuarios de Internet, y particularmente los investigadores, deben tener presente que la información disponible en la Red debe ser utilizada en forma cónsona con las regulaciones pertinentes.
Otro asunto a tener en mente al navegar por la Red es el siguiente: el derecho de autor y los términos y condiciones de uso de una página y de su contenido son aspectos separados. Por ello, algunos actos en los que incurras, aunque no violenten los derechos de autor, podrían constituir incumplimiento de contrato (lo cual también es contrario a derecho y podría provocar demandas y reclamaciones) si son contrarios a los términos de uso del sitio Web en cuestión.
Breve ejercicio de práctica en torno a derechos de autor en la Red:
A continuación proveemos ejemplos de tres situaciones para poner a prueba tu discernimiento en torno a lo que constituye violación de derechos de autor y lo que es uso apropiado o aceptable. Analiza las siguientes situaciones y decide si constituyen o no violación de copyright.
1. Un amigo te envía por correo electrónico un archivo de música (mp3) que a su vez le había enviado otro amigo. Tú usas parte de esa música para una presentación oral y grabas la misma en varios Cds que repartes entre el público de tu presentación para que recuerden lo excelente que estuvo.
2. Acabas de firmar un contrato (esto ocurre cada vez que oprimes I agree al registrarte en un sitio de la Red o al instalar programas de computadora) con un popular sitio Web para tener acceso a miles de imágenes digitales gratuitamente. Sin detenerte a leer las condiciones de uso, comienzas a adornar tu página Web, tus presentaciones e investigaciones con estas imágenes gratuitas.
3. Estás redactando un ensayo que te asignaron en un curso y encuentras un artículo en una revista profesional en línea que describe exactamente parte de tus pensamientos en torno al tema. Por supuesto, haces un “copiar y pegar” de los ocho párrafos más relevantes, insertándolo en tu escrito, y continúas con tu investigación y redacción.
¿Te parece que algunos o todos estos actos están protegidos por la doctrina del fair use, ó consideras que constituyen una violación a los derechos de autor? Si te inclinas por la segunda alternativa, estás en lo correcto. Todas estas maneras de proceder implicarían violación de derechos de autor.
Para obtener mayor información en torno a las disposiciones de derechos de autor en la Internet puedes visitar las siguientes páginas: http://www.benedict.com y www.intelproplaw.com
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